martes, 22 de noviembre de 2011

Alguna vez tendremos alas







Esta telenovela nos ofrece un contraste entre el sórdido mundo marginal donde reinan los criminales y sus víctimas y la high life de los músicos clásicos. Curiosamente, Cynthia Klitbo recibió un premio como “Villana del año” por su interpretación de Rosaura Ontiveros, un personaje conmovedor que poco tenía de malvado.
En un barrio marginal del D.F. vive la adolescente Ana con su madre, sus hermanitas, y su padrastro, el maleante Rodolfo “El Gato” Sánchez. A pesar de vivir en la miseria, de ser testigo del abuso de su madre por parte del padrastro, y de ser ella misma víctima del acoso sexual de Rodolfo, Ana es una niña optimista, soñadora y muy trabajadora.
En un barrio elegante vive el prestigioso director de orquesta Guillermo Lamas, quien una vez fuera un niño marginal al igual que Ana. Guillermo ahora es feliz junto a su esposa Isabel y su hija Alejandra. Pero Isabel muere y Alejandra queda inválida a raíz de un accidente. Guillermo, destrozado, cae en la desesperación más profunda.
El Gato mata a uno de sus secuaces y Ana es testigo. La chica es acusada de ser cómplice de su padrastro y termina en La Colmena, una escuela-orfanato para niñas delincuentes. Las monjas que regentan La Colmena le dan a Ana el cariño y apoyo que tanto necesita.
La chica comienza a ocuparse de la emisora del colegio y bajo el apodo de “La Hormiga” se comunica con la enfermita Alejandra. Es así como Ana conocerá a los Lamas.

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