Leonora Navarro, joven originaria de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, trabaja en México y vive en casa de su madrina Esperanza. Un día, un carro se estrella contra los cristales de la oficina donde Leonora trabaja y ella auxilia al conductor, un acaudalado empresario, dueño de unos laboratorios, llamado Carlos Larios, quien muere en el accidente.
El hijo de Lairos, Alejandro, agradece a Leonora la ayuda prestada. Ambos sipatizan y quedan en vovlverse a ver.
Alejandro está casado con Vilma y ambos viven con la madre de él, Catalina Creel, quien usa un parche en un ojo. Alejandro tiene un hermano mayor, sólo de padre, llamado José Carlos, quien vive en el extranjero y regresa para el funeral de su padre. Catalina Creel odia a su hijastro José Carlos. Se da lectura al testamento de Carlos Larios, En él se establece que sus hijos no recibirán su herencia hasta que le den un nieto.
Catalina se alegra pues Alejandro tiene ventajas sobre José Carlos, ya que este no es casado y no parece tener para cuando; en cambio Vilma puede embarazarse en cualquier momento. Pero Vilma es estéril y sólo ella y Alejandro lo saben. Alejandro urde un plan para tener un hijo. Enamorará a Leonora y la embarazará para después quedarse conn su hijo. Leonora corresponde al amor de Alejandro sin saber que es casado y se entrega a él; al poco tiempo descubre que está embarazada. Alejandro hace a Vilma patícipe de su plan y ante el deseo y desesperación por tener un hijo acepta y finge un embarazo. Ante los ojos del mundo, el hijo de Leonora será de ella. Tiempo después, catalina descubre que el embarazo de su nuera es fingido; se hace cómplice de Alejandro y Vilma para conseguir al hijo de Leonora. Mientras tanto José Carlos es constantemente humillado por Catalina quien lo culpa de haberle sacado el ojo
con un trompo cuando era niño. José Carlos, que quiere a Catalina como a su propia madre, sufre remordimientos por ello. Catalina, sola en su habitación, se quita el parche y se descubre que no ha perdido el ojo y sólo finge para martirizar a José Carlos. Lleag el tiempo para Leonora de dar a luz. Con engaños Alejandro la lleva a San Miguel Allende, a una clínica de un tal docotr Zíndel, en donde es atendida por la siniestra enfermera Rosalía. Cuando el niño nace le es arrebatado a Leonora y entregado a Vilma. Leonora, dándose cuenta de la trampa en que cayó, decide luchar como una loba para recuperara a su hijo y vengarse de Alejandro, Vilma y Catalina. Accidentalmente conocerá a José Carlos y será por medio de él, que Leonora llegará hasta la familia Larios. Sin embargo ambos se enamoran. Catalina Creel comete verios crímenes para impedir que descubran sus dos secretos; que no perdió el ojo y que el hijo de Alejandro, a quien llaman “el pequeño Edgar”, no es de Vilma.
La trama se va desenredando y los crímenes de Catalina se van descubriendo. Sus crímenes llegan al máximo cuando, creyendo que José Carlos y Leonora, que se han casado, viajarán en su avioneta particular, altera el combustible de la avioneta para que explote en el aire. Sin embargo, no son José Carlos y Leonora quienes viajan en la avioneta. Alejandro ha pedido a su hermano que les ceda sus lugares en la avioneta, pues Vilma, que padece un cáncer incurable en la matriz, se está muriendo y es necesario llevarla a Houston. José Carlos accede y son Alejandro y Vilma los que viajan en la avioneta cuando ésta estalla en el aire.
Catalina, con la policía a punto de detenerla, se suicida al enterarse de que involuntariamente ha asesinado a su hijo.
Leonora recupera a su hijo, a quien cambia de nombre y lo llama Braulio, como el padre de ella. Ahora ella es feliz y espera un hijo de José Carlos. Pasan los años; el niño Braulio y su hermanito, el hijo de Leonora y José Carlos, juegan en la habitación en donde murió hace años Catalina Creel. Accidentalmente, encuentran los parches que usaba Catalina. Braulio se pone uno en el ojo; su hermanito le pregunta: “Braulio ¿que haces?” y el niño responde, “No soy Braulio, soy el pequeño Edgar”.
Subiendo...
El hijo de Lairos, Alejandro, agradece a Leonora la ayuda prestada. Ambos sipatizan y quedan en vovlverse a ver.
Alejandro está casado con Vilma y ambos viven con la madre de él, Catalina Creel, quien usa un parche en un ojo. Alejandro tiene un hermano mayor, sólo de padre, llamado José Carlos, quien vive en el extranjero y regresa para el funeral de su padre. Catalina Creel odia a su hijastro José Carlos. Se da lectura al testamento de Carlos Larios, En él se establece que sus hijos no recibirán su herencia hasta que le den un nieto.
Catalina se alegra pues Alejandro tiene ventajas sobre José Carlos, ya que este no es casado y no parece tener para cuando; en cambio Vilma puede embarazarse en cualquier momento. Pero Vilma es estéril y sólo ella y Alejandro lo saben. Alejandro urde un plan para tener un hijo. Enamorará a Leonora y la embarazará para después quedarse conn su hijo. Leonora corresponde al amor de Alejandro sin saber que es casado y se entrega a él; al poco tiempo descubre que está embarazada. Alejandro hace a Vilma patícipe de su plan y ante el deseo y desesperación por tener un hijo acepta y finge un embarazo. Ante los ojos del mundo, el hijo de Leonora será de ella. Tiempo después, catalina descubre que el embarazo de su nuera es fingido; se hace cómplice de Alejandro y Vilma para conseguir al hijo de Leonora. Mientras tanto José Carlos es constantemente humillado por Catalina quien lo culpa de haberle sacado el ojo
con un trompo cuando era niño. José Carlos, que quiere a Catalina como a su propia madre, sufre remordimientos por ello. Catalina, sola en su habitación, se quita el parche y se descubre que no ha perdido el ojo y sólo finge para martirizar a José Carlos. Lleag el tiempo para Leonora de dar a luz. Con engaños Alejandro la lleva a San Miguel Allende, a una clínica de un tal docotr Zíndel, en donde es atendida por la siniestra enfermera Rosalía. Cuando el niño nace le es arrebatado a Leonora y entregado a Vilma. Leonora, dándose cuenta de la trampa en que cayó, decide luchar como una loba para recuperara a su hijo y vengarse de Alejandro, Vilma y Catalina. Accidentalmente conocerá a José Carlos y será por medio de él, que Leonora llegará hasta la familia Larios. Sin embargo ambos se enamoran. Catalina Creel comete verios crímenes para impedir que descubran sus dos secretos; que no perdió el ojo y que el hijo de Alejandro, a quien llaman “el pequeño Edgar”, no es de Vilma.
La trama se va desenredando y los crímenes de Catalina se van descubriendo. Sus crímenes llegan al máximo cuando, creyendo que José Carlos y Leonora, que se han casado, viajarán en su avioneta particular, altera el combustible de la avioneta para que explote en el aire. Sin embargo, no son José Carlos y Leonora quienes viajan en la avioneta. Alejandro ha pedido a su hermano que les ceda sus lugares en la avioneta, pues Vilma, que padece un cáncer incurable en la matriz, se está muriendo y es necesario llevarla a Houston. José Carlos accede y son Alejandro y Vilma los que viajan en la avioneta cuando ésta estalla en el aire.
Catalina, con la policía a punto de detenerla, se suicida al enterarse de que involuntariamente ha asesinado a su hijo.
Leonora recupera a su hijo, a quien cambia de nombre y lo llama Braulio, como el padre de ella. Ahora ella es feliz y espera un hijo de José Carlos. Pasan los años; el niño Braulio y su hermanito, el hijo de Leonora y José Carlos, juegan en la habitación en donde murió hace años Catalina Creel. Accidentalmente, encuentran los parches que usaba Catalina. Braulio se pone uno en el ojo; su hermanito le pregunta: “Braulio ¿que haces?” y el niño responde, “No soy Braulio, soy el pequeño Edgar”.
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